ORIGEN DEL CAÑONAZO Y DE NUESTRO ABRAZO DE FIN DE AÑO.
(Dedicado a todos aquellos que se encuentren en otras latitudes).
"Venezuela siempre será de ustedes y ustedes siempre serán de ella".
Lo bonito del ser venezolano es que podemos presumir de ciertas tradiciones y eventos que solamente se realizan en nuestra hermosa tierra. Si le comentamos a un extranjero acerca de que ya se aproxima el "CAÑONAZO", este de seguro se imaginaría mil cosas menos que se tratase del fin de año.
Todo esto forma parte de nuestra idiosincrasia y venezolanidad.
Hoy les traigo el origen de esta tradición que con el paso del tiempo se ha producido. Era raro el caraqueño que no fuera a la Plaza Bolívar a recibir "el cañonazo", y es que era tradición acercándose a esta icónica plaza a recibir el año nuevo.
Desde el Cuartel San Carlos se instaló un negro, viejo cañón gigante , cañón de épocas remotas que infundía respeto.
Ni hablar del cañón de La Planicie , cañón que todo el mundo conocía y muchos lo apodaban "la cochina", la "verraca" o "la casaca".
Desde 1910, se instaló en La Planicie la Escuela Militar y ahí fueron sembrados par de cañones quienes eran los protagonistas del tradicional abrazo de fin de año, aunque no fueron colocados ahí para eso sino para las salvas de ordenanzas.
Así que desde 1910, hasta los presidentes y sus familiares se aglomeraban junto con personas comunes sin mayor dificultad en los alrededores de la Plza Bolívar para escuchar el estruendo cañonazo y despedir la nochevieja dándole la bienvenida al año nuevo. Y así de esta forma comenzaba a crearse una tradicional manera de darle inicio a un año. Formando la frase "la hora del cañonazo" que tomó más fuerza con las diversas canciones o aguinaldos atribuido a la misma.
Haciendo eco a los coros de cientos de aguinaldos que recuerda lo apoteósico que fue este evento para todos los caraqueños de esa época. El estruendo de la explosión simultánea de miles de cohetes y luces de Bengalas, escuchar el himno nacional de Venezuela a todo volúmen en las radioemisoras de todo el país el 31 de diciembre a las doce de la nochevieja en punto, mientras se te erizaba la piel, solo es cosa de los venezolanos.
Comerse las 12 uvas, colocarse la prenda de vestir amarillo para la buena suerte, caminar por toda la casa o calle de donde vives arrastrando una maleta a ver si el año es próspero y viajar más el famoso dólar, si el año en la cartera y el bendito abrazo entre los familiares, vecinos o amigos.
Abrazo que tiene sus orígenes en Francia e imitado por nosotros ya que ellos pensaban que cada primer día del año nuevo, todos los que han tenido relación debían buscarse, abrazarse y darse el saludo de la paz y daría por terminado cualquier diferencia que haya tenido durante el anterior año.
Lastimosamente esto se ido quedando en el pasado y aunque aún algunos nos abrazamos al llegar a las 12 del fín de año, muchos son los que se atreven a salir a una plaza y recibirlo como era costumbre,los cañones que hoy se escuchan son otros y la mayoría de nuestros familiares se encuentran lejos.
Que no se nos olvide que somos, de donde venimos y de que estamos hechos.
SOMOS HISTORIA. ESTAMOS HECHOS DE HISTORIA.
Autor: Michael Quintana.
Colaboración de Amparo González Trujillo.
Caracas, 3 de enero 2021.
Comentarios
Publicar un comentario