Carta de Pablo Morillo a Fernando VII.

CARTA DEL TENIENTE GENERAL PABLO MORILLO Y MORILLO A FERNANDO VII. 1816  

Venezuela como país libre y soberano toma sus propias decisiones sin permitir ningún tipo de intervención extranjera, el pueblo venezolano ha decidido el camino de la paz y no el de la violencia. Como un país latinoamericano el Gobierno venezolano se niega a seguir órdenes de otros gobiernos del mundo.

LA CARTA. 

El americano no quiere ser gobernado por nadie, a menos que sea Jefe de su país; no obedece a ningún europeo, sobre todo si es español, o, si le obedece, no es sino aguardando la ocasión de sacudir el yugo.

Cada provincia de América quiere ser gobernada a su manera: Lo que es bueno para el Virreinato de Santa Fe, no es conveniente para Venezuela, aunque sean limítrofes.

El habitante de Santa Fe se ha mostrado tímido; el de Venezuela, audaz, malvado y sanguinario. En el Virreinato se escribe mucho, y los jueces están abrumados de trabajo, en Caracas, al contrario se terminan las disputas por medio de la espada. De aquí la diversa clase de resistencia que hemos encontrado en los países, en una cosa se parecen ambos, que es la disimulación y la perfidia.

Probablemente los habitantes  del Virreinato no nos habrían resistido con tanta obstinación si no hubieran estado ayudados por los venezolanos.

Por igual motivo ha sido que Cartagena se ha sostenido tanto tiempo contra nosotros. Al lado derecho de los márgenes del Magdalena han dado algunos combates, lo que más se han distinguido en ellos han sido igualmente los venezolanos. La estéril provincia de Antioquía nos ha declarado una guerra a muerte por dos ocasiones y han cerrado el paso de sus montañas. Los venezolanos han sido lo que a ello le han excitado.

Santa Fe ha tomado resoluciones  más desesperadas en virtud de las insinuaciones de los emisarios de Venezuela. En una palabra, todo en la lucha actual es obra de este maldito pueblo. 

En su propio país es una horda feroz, y si se dirige bien, nos va a dar  que hacer por mucho tiempo, y será necesario sacrificar muchos soldados y muchos  era la obra de dos tesoros para reducirlo a la obediencia. A mi llegada a este país, a la cabeza de la expedición de S.M., me ha horrorizado el saber que que cada acción perdida o ganada, costaba multitud de soldados. Persuadido de que la guerra de destrucción animados  S.M., ha recomendado tanto; pero ¿Cuál ha sido el resultado de la dulzura? Nuevas revoluciones; nuevas perfidias han sido la continuación de la aparente pacificación, y si en algún tiempo se somete al Virreinato, se puede estar persuadido de que no aguanta sino una ocasión favorable para sublevarse de nuevo, sobre todo si se ha extinguido radicalmente el germen de la revolución en Venezuela.

Carta del teniente General Pablo Morillo y Morillo Comandante de la Expedición Española de pacificación al Rey Fernando VII en marzo de 1816, desde su cuartel General en Santa Fe de Bogotá, Nueva Granada.

Recopilador.

Ingeniero Luís Viso González.

Calabozo.  Estado Guárico. Venezuela. 

Fecha:  5 de enero 2019.

E/mail: l.viso@hotmail.com