La crónica de Calabozo..

LOS MISTERIOS DE LA MISIÓN DE ABAJO.

El pueblo de la Santísima Trinidad, que acaba de celebrar los 297 años de su fundación por Fray Salvador de Cádiz, experimentó desde casi sus inicios las más sorprendentes mudanzas. Cuando se erigió un años después el pueblo "de españoles" de Calabozo, estuvo en una ubicación tan cerca, que durante décadas ambos poblados llegaron "casi a confundirse", tal como lo afirma el historiador Castillo Lara. Eso duró, según un vecino fundador hasta que en "el año cincuenta (1750) Francisco  Félix de Cortes misionero de dicho pueblo lo mudó al sitio de Marchena, a donde hoy permanece". Ese sitio de Marchena, una legua corriente abajo del río (de allí la temprana denominación de Misión de Abajo con que desde  entonces se le nombró en Calabozo), poseía unos manantiales y corrientes de  agua que lo hicieron célebre, hasta el punto de que varios visitantes ilustres que estuvieron allí, llegaron a escribir elogiosas palabras de ellos. Tal es el caso de José Cortés de Madariaga, Sir Robert  Ker Porter, ramón Páez y Carl Sachs. Entre finales del siglo XIX, y principios del XX, este antiguo pueblo fue abandonado misteriosamente, y desapareció, hasta que renació después como un barrio de la ciudad de Calabozo. El escritor e historiador Eduardo López Sandoval escribió un libro interesante referido a esa comunidad, en donde la llama acertadamente "Misión Olvido"..." Sería interesante abundar en el rescate de la memoria de la Misión de Abajo  para revelar mediante una investigación al respecto parte del acontecer histórico de Calabozo.  

Ubaldo Ruiz.

Historiador.

Calabozo, 18 de abril 2020.