Carlos del Pozo y Sucre.

CARLOS DEL POZO Y SUCRE.
Carlos Del Pozo  y Sucre, nació en Calabozo,-- Estado Guárico-- en 1743 y murió en Camaguán 1814. Fue científico, e inventor autodidacta venezolano. 

BIOGRAFÍA.-
Hijo de José del Pozo y Honesto de María de Sucre. Decidido partidario  de la Corona Española, su vida pública gira en torno a este punto. Participa en la Provincia de Trujillo (actual Estado Trujillo) contra el Movimiento de los Comuneros, o insurrección de los Comuneros en 1781 en el ejercicio de su cargo de visitador del Estanco de Tabaco en esta ciudad. Se retira luego a Calabozo donde desarrolla si habilidad mecánica y su afición por la física para producir electricidad.  

INVENTOR.-
Construye PARARRAYOS que coloca en sitios estratégicos de  Calabozo a fin de evitar los estragos de las tempestades atmosféricos. Igualmente sugirió el abrir una zanja o canal para desviar las aguas en época de lluvia. No era Ingeniero; sin embargo, por lecturas de autores científicos, lleva a cabo sus inventos y así Alejandro von Humboldt, al visitar en 1800, se asombra de encontrar Baterías, Electrómeros, Electróforos, Etc; hechos por Carlos Del Pozo,  quien no conocía otros instrumentos que los suyos y no tenía a nadie a quien consultar. Así lo cita Humboldt:

"Encontramos  en Calabozo, en el corazón de los llanos, una máquina eléctrica  de grandes discos, electróforo, baterías, electrómetros, un  material  casi tan completo como el que poseen nuestros físicos en Europa. No  había sido comprado en Estados Unidos todos estos objetos; eran la obra de un hombre que nunca había visto instrumento alguno, que a nadie podía consultar, que no conoció los fenómenos de la electricidad más que una lectura del "Tratado de Sigaud de Lafond" (Joseph Agnan Sigaud de Lafond) y de las memorias de Franklin, (Benjamín).  

El Sr. Carlos del Pozo, que así se llamaba aquel estimable e ingenioso sujeto, había comenzado a hacer máquinas eléctricas de cilindro empleando grandes frascos de vidrio a los cuales había cortado el cuello. Desde algunos años tan solo pudo procurarse por vía de Filadelfia, platillos para construir una máquina de discos y obtener efectos más considerables de la electricidad. 

Fácil es suponer  cuantas dificultades tuvo que vencer el Sr. Del Pozo desde que cayeron en sus manos las primeras obras sobre electricidad., cuando resolvió animosamente procurarse por su propia industria, todo lo que veía descrito en los libros. No había gozado  hasta entonces sino del asombro y admiración que sus experiencias producían en personas carentes por completo de instrucción, que jamás se habían apartado de la soledad de los llanos. Nuestra mansión en Calabozo le hizo experimentar una satisfacción del todo  nueva. Por supuesto  que había de dar alguna importancia a los votos de dos viajeros que podían comparar sus aparatos con los que se construyen en Europa. Yo llevaba electrómeros de paja, de bolilla de Saúco, y de hojas de oro laminado, y así mismo una botellita de Leyden que podía cargarse por frotamiento, según el método de Ingenhous, la cual me servía de experiencias fisiológico. No pudo el Sr. Del Pozo contener su alegría al ver por primera  vez instrumentos hechos por él y que parecían copia de los suyos. Le mostramos también el efecto de metales heterogéneos sobre los nervios de las ranas . Los nombres de de Galvani y Volta no habían resonado en aquellas vasta soledades. 

Después de los aparatos eléctricos, obras de la industriosa sagacidad de un habitante de los llanos, nada podía ya precisar nuestro interés en Calabozo que los Gimnotos,os que son aparatos  eléctricos animados. Diariamente interesado, desde hace gran número de años, en los fenómenos de la electricidad galvánica, entregado a ese entusiasmo que excita a  investigar, pero que impide ver bien lo que se ha descubierto, habiendo construído , sin imaginárselo, verdaderas pilas colocando discos metálicos unos sobre otros y haciéndolos  alternar con trozos de carne muscular o con otras sustancias húmedas, estaba impaciente desde mi llegada a Cumaná por procurarme anguilas eléctricas. Nos las habían a menudo prometido, y siempre dejaban fallidas nuestras esperanzas. El dinero pierde su valor a medida que se aleja uno de las costas; ¿cómo, pues vencer la flema imperturbable del pueblo cuando no la estimula el deseo del lucro?  (Viaje a las regiones Equinocciales  del Nuevo Continente. (Monte Ávila editores. C.a. 1985.Caracas. Venezuela. 

GESTIÓN.- 
En 1083, el Real Consulado de Caracas lo propone como Director de Obras Públicas, pero es rechazado por el entonces Gobernador Manuel Guevara de Vasconcelos, pues este cargo debía de ser desempeñado por un Ingeniero según las Ordenanzas de  la ciudad; sin embargo, es capaz de llevar a cabo el desbride de las tierras de Calabozo (1804) y el Ayuntamiento de Caracas le propone por sus "notorios conocimientos" que sea él quien acometa la colocación del Coliseo de Caracas, (1805).

Participó en la campaña de vacunación contra la viruela a raíz de la visita a Venezuela de Francisco  Balmis (1804). En un informe del médico José Domingo Díaz, la Junta Central de Vacuna, en 1805, se hace referencia a la utilidad de los descubrimientos de Carlos Del Pozo. En 1810, a la tenencia de Camaguán (Estado Guárico)  coad amo demostración de su lealtad a la Corona. El 3 de noviembre de 1812 a causa de su mal estado de salud, se dirigió al Superintendente de Caracas, pidiendo restitución  de sus sueldos...

Se cree que murió en la localidad de Camaguán hacia 1813. Sus pararrayos pudieron ser admirados desde 1832 por el Diplomático inglés Sir Robert Ken Porter. En 1870,  según noticia publicada en el diario "El Federalista", del 4 de febrero, el Licenciado Francisco Cobos Fuerte,  donó a la Biblioteca Nacional de Venezuela 5 cartas autógrafas de Carlos Del Pozo dirigidas al Dr. Alejandro Echezuría y fechas en Calabozo en 1805 y 1806. Las mismas tratan sobre materia de Física Experimental.

Julián Viso Rodríguez. 
Médico / Cirujano. 
Profesor Jubilado de la Cátedra de Anatomía Humana. U.C.V.
E/mail: julivisorodriguez@gmail.com  
Caracas, 10 de febrero 2020.






Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Buenas tardes Dr. Viso, me permito hacerle la siguiente observación:
    Don Carlos Del Pozo y Sucre, no nació en Calabozo, debió nacer en Cumaná, tierra natal de su madre, en Caracas nacieron sus hermanos:
    1• Manuela Seraphina Ignasia Antonia en 1742
    2• Ramón Candelario en 1743
    3• Seraphina Sevastiana Antonia 1744.
    Saludos y mil gracias por enaltecer el gentilicio calaboceño.

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