El brazo Biónico..
EL BRAZO BIÓNICO.
A principios de la década de los 80, en
la barriada denominada Filas de Mariches, muy próxima al barrio más grande de Petare, La Dolorita,
se desarrolló esta maravillosa historia que contiene aspectos sociales, de educación, familiar y social.
En una casa de gente humilde, no pudiente vive, María
Díaz, mujer aparentemente joven, quizás de 35 años, sola, con su hijo Félix
menor de 10 años. María fue abandonada por su pareja intempestivamente, se perdió irresponsablemente un día, no
se sabe
su destino y más nunca se supo de
su existencia.
En nuestro país al hombre no hay manera
de hacerle entender que ante la Ley tiene una responsabilidad paternal que no
la pierde aún con el divorcio o el
escape cobarde de la manutención de su
hijo.
María mujer de temple, como madre al
fin, trabaja como secretaria en una gran ferretería cerca de su domicilio y no
perdió su sustento familiar, cuando
regresaba de la ferretería, con una vieja máquina de coser SINGER, hacía
trabajos de costuras a los vecinos de su domicilio. Lo importante para ella,
según confesión era darle una educación a su hijo, tanto familiar como escolar.
Félix, de 10 años, es un joven
simpático, sociable, amigable y no se inmutó por la huida de su padre: buen
estudiante, se llevaba muy bien con su
madre y comprendió el momento que vivían.
La madre le propuso ingresar al Colegio
Don Bosco, situado cerca de su domicilio, para estudiar una carrera técnica,
electrónica, que le permitiera rápidamente ingresar al mercado del trabajo. Aceptó la propuesta, fueron al Colegio y el
Superior religioso le recomendó que además de estudiar electrónica realizará una actividad deportiva que completaría su formación educativa. El Director le
propuso los siguientes deportes: Fútbol, béisbol y voleibol. El religioso
argumentó que el deporte en equipo ayuda a la cordialidad, colaboración mutua y sobre todo aleja a la juventud de vicios que
le perjudican su salud, como fumar, tomar licor y la drogadicción que se
observa cuando el muchacho, sin apoyo familiar firme, comete desafueros
sociales que lo transforman generalmente
en un malandro y termina en drogo en la cárcel o en el
cementerio.
Cerca de María, la costurera vive
Justina Soler, quizás con las mismas condiciones sociales y familiares, Justina
tiene una hija, Rosalba, de 7 años también desea para su hija mejor porvenir.
Tanto Félix como Rosalba se encuentran con frecuencia cuando Justina le lleva a
su costurera trabajos para su confección,
para ese momento son dos niños que ni siquiera juegan o hablan entre sí.
Los estudios electrónicos de Félix
avanzan como su actividad deportiva. El entrenador notó que su pupilo es
buen lanzador, corre velozmente y batea fuertemente; le explica al Director del
Colegio, este joven lo ingresará al equipo escolar para competencias futuras, lo mantiene a buen
resguardo, le enseña cómo ser un buen pitcher, correr las bases sin peligro de que
lo saquen out en el intento y las condiciones para rendir mejor con el bate.
En la primera competencia interescolar,
debuta Félix, es el lanzador abridor, lo hace estupendamente, supera las 70
millas por hora en sus lanzamientos y
saca fuera de sitio a los bateadores contrarios. Se transforma en la estrella y
líder del equipo por su forma amistosa de ser y ayuda a los compañeros, los
anima, siempre arenga a la novena a ganar.
Cuando tiene varias competencias,
siempre como lanzador, es observado por lo que se llama en béisbol un Scout, individuo que busca jóvenes con aptitudes
especiales para llevarlos a la Liga Instruccional de las Grandes Ligas, en
Miami.
Sorpresa, Félix, que ya cuenta 15 años,
es seleccionado por el Scout, habla con la madre, tiene que viajar a Miami, permanecer una temporada
durante los entrenamientos, seguirá sus estudios y debe aprender inglés y todo
es cancelado por la Liga. María acepta,
piensa que saca a su hijo de potenciales
circunstancias peligrosas y cómo regresa cada 6 meses estará en contacto permanente con él, María da su
consentimiento.
María le hace una pequeña despedida,
invita a dos amiguitos que lo conocen, a Rosalba, ésta joven también crecida
por el paso del tiempo.
Ingresa nuestro biografiado en la Liga
Instruccional, estudia, aprendió con
rapidez el inglés y se destaca como beisbolista, corredor de bases, pitcher y
bateador. Llama la atención de los instructores americanos la velocidad de sus lanzamientos, casi llega
a los 90 millas por hora, algo inusitado, se dedican a enseñarle la mecánica de
lanzar, la forma de tener curvas en sus
despachos al home y lo transforman en un pelotero Clase, AA que devenga una cantidad de dólares que lo
hacen productivo económicamente. Ya con 19 años cumplidos, regresa
temporalmente a su casa porque su mamá, María la costurera, se someterá a una
intervención quirúrgica, le extirparon el útero. Al llegar nota la diferencias
de vivienda entre la Fila de Mariches y Miami, piensa seguir su trabajo
deportivo para comprarle una casa a su madre.
María sale muy bien de su operación y ya en su casa
recibe visitas, como se acostumbra en Venezuela de sus vecinos más allegados
que le traen comida y la ayudan en su post operatorio inmediato. Entre las visitas está Justina Soler y su
hija Rosalba, ya decididamente una encantadora señorita. Rosalba, de buena
estatura, cara angelical, piel canela fina, cuerpo escultural, senos turgentes
llamativos, con pezones que abultan su blusa, está dotada de una sobredosis de
belleza. Inmediatamente el joven Félix,
el triunfador en Miami, le impresiona la chica y establece contacto con ella.
De estos encuentros furtivos, se establece una amistad, un romance a primera
vista. Ambos no tenían experiencias
amorosas permanentes. Antes una señorita
sin novio decía: soy soltera, virgen y
poco manoseada. El amor se hace presente por las descargas hormonales de ambos
y llega un momento cuando Félix le
propone una prueba de amor: sexo. Ella indecisa proporciona unos argumentos en
contra del sexo temprano, le dijo: el médico de mi mamá recomendó que el sexo
que se realiza demasiado temprano la sexualidad puede verse distorsionada y la
salud puede verse comprometida. Félix, profundamente enamorado le propone irse con él a Miami pronto, por el
comienzo de la temporada.
Félix le expresa: tener una relación con
la mujer adecuada es especial para el bienestar del hombre. Rosalba responde,
no soy aventurera. El amor es exclusivista y toda relación de pareja está basada en la confianza
mutua, además Rosalba le dice: el mundo está lleno de hombres que quieren sexo
sin compromiso, pero ese no es mi caso, Félix
responde, tengo ya economías para sostenerte y comprarle una casa a mi
madre para sacarla de este vecindario insalubre, además el amor es como el
trigo, si no se riega no crece. Las soledades causan tristeza oculta. En fin,
buscaron la manera de tener una revolcada rápida, cómo un volcán en erupción,
retozaron, intercambiaron fluidos
corporales y dejaron salir la voraz
acometida de sus hormonas naturales.
Antes de regresar a Miami, Félix y Rosalba se casaron en artículo rápido por
sospecha de embarazo.
La pareja se radicó en New York, porque este equipo de Grandes Ligas compró su
franquicia y devengaba un sueldo de miles de dólares. Debutó Félix debuta en
condiciones adversas para un pitcher, noveno innings, tres hombres en base y
sin out. Pues bien, Félix exhibió velocidad por encima de las noventa
millas, ponchó a los tres mejores bateadores de la Dodgers de Los Ángeles y su
manager exclamó alborozado: Este muchacho tiene un brazo Biónico. Félix compró
la casa a su madre y la invitó a New
York para verlo jugar… y conocer a su primer nieto…!
Julián Viso Rodríguez.
Médico / Cirujano.
Villagarcía de Arosa,
27 de enero
2019.
E/mail: julivisorodrígez@gmail.com
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